miércoles, 18 de marzo de 2015

Arisa DEP




Era sábado muy temprano. Hacía un día horroroso, mucho frío y llovía a cántaros. Vimos un gato muy pequeño (¡pensábamos que eras un bebé!), en mitad de la carretera, en un barrio de Cáceres. Tenías una pata fatal, por eso nos dispusimos a cogerte. Estabas tan débil que te pudimos coger con la mano, no nos hizo falta ni jaula trampa, ni transportín. Te enrollamos en una bufanda y te quedaste dormida. Cuando te examinaron, vieron que eras mucho más mayor de lo que creíamos, no podíamos hacer mucho por tu patita, y tu boca estaba mal, entre muchos otros… Pero llegó Agus, y te cuidó y te dio un hogar. Allí fuiste muy feliz con tu comida buena, tus amigos gatunos y perrunos, y tus humanos. Cuando veíamos tus fotos, no podíamos creer el cambio… ¡eras feliz! Pero hace poco te comenzaste a apagar …. Y te fuiste. 

Solo fueron 7 meses los que viviste conmigo pero me acuerdo mucho de ti. Eras una viejita encantadora con unas costumbres que me hacían mucha gracia, no podía entender que te salieras de casa para pasarte el día en una tubería en la puerta pero supongo que buscabas tranquilidad lejos de tantos gatos pero en cuanto oscurecida buscabas el refugio de casa. La vida es muy injusta ahora que vivias feliz y cuidada te marchaste a veces creo que mi casa fue un premio para ti por años en la calle, un sitio de paso para conocer un hogar antes de cruzar el puente del arcoiris pero me alegro si fue así porque pude conocerte.

Adios pequeña. TE QUEREMOS.

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