Boke, una historia muy triste con un final feliz

Boke tendrá unos 2 años, nació en las calles de San Fernando en Cadiz, siempre ha vivido en una colonia de gatos callejeros a los que siempre ha alimentado una señora, Boke vivía tranquilo allí hasta el verano pasado que apareció con unas heridas en su pata. Esas heridas se fueron infectando y terminó arrastrando la pata lo que le provocó úlceras sangrantes y una malformación en los dedos. Estas son fotos de Boke cuando vivía en la calle





Tardaron muchos meses en prestarle atención veterinaria, y su pata ya estaba demasiado infectada. Estas fotos son de él en la clínica, estaba aterrado



Al final no se pudo hacer nada por salvarle la pata, era demasiado tarde ya, la infección era muy grande y los dedos de su mano estaban totalmente deformados. Le han tenido que amputar parte de la pata. El lunes pasado fuí a buscarlo a Sevilla para traermelo en acogida. Lo llevé directamente al veterinario para que le revisaran la pata y hubo que quitar los puntos que le quedaban y volver a darlos porque la herida estaba seca pero no cerrada, eso era muy dificil que cerrada por si misma, asi que al pobre de boke le ha tocado de nuevo pasar por curas y tener nuevamente puntos al menos 12 días.

Las fotos no son agradables, pero es la realidad y si las pongos es para intentar concienciar a todas aquellas personas que piensan "que los gatos se buscan la vida en la calle, que sobreviven sin problemas y que asi son muy felices", todo eso sería cierto si hubiera una persona que se encargara de alimentarlos, de cuidarlos, de llevarlos a un veterinario cuando se ponen enfermos porque los gatos callejeros enferman, los atropellan coches, tienen peleas entre ellos que acaban con terribles heridas, se les rompen patas....les puede pasar de todo y sin alguien que los recoja y cuide, mueren sufriendo y de mala manera. Afortunadamente no será el caso de Boke.





Boke está muy asustado, no es salvaje pero si desconfiado como cualquier gato callejero y más después de lo que ha tenido que pasar, y los dias en una jaula en la clínica veterinaria pero solo necesita un poquito de tiempo que él confie en la persona que lo cuida y se de cuenta que no le van a hacer daño. Es un gatazo precioso que merece una oportunidad para comprobar que hay una vida mucho mejor que la que le ha tocado vivir en estos 2 años en la calle.